La leptospirosis es una infección de origen bacteriano causada por la bacteria leptospira. Esta bacteria es capaz de enfermar a diferentes especies. De distribución mundial, mucho más frecuente en zonas tropicales o lugares con asentamientos de agua.
Actualmente, se han aislado mas de 200 serovariedades pero solo 6 de ellas se caracterizan cómo, epidemiológicamente importantes. Se han aislado cómo flora normal en la piel de algunos anfibios y reptiles.
TRASMISIÓN
La trasmisión de esta enfermedad se da por contaminación con orina. Cuándo el animal enferma, al cabo de unos días, la infección llega al sistema urinario dónde causa gran daño, además de contaminar la orina del hospedero. Al momento en que el animal enfermo orina, deposita bacterias en el medio ambiente listas para habitar otro hospedero.
De esta manera, podemos infectarnos por el contacto con aguas contaminadas, vegetales sin desinfectar o incluso el consumo de carne con poca cocción. Los gatos son mucho menos sensibles a la enfermedad aunque esto no los descarta de poder padecerla.
Uno de los mamíferos que comúnmente pueden padecer esta enfermedad en la ciudad, son los ratones, siendo ellos vectores de la misma enfermedad. Si un ratón entra a nuestra casa, la orina que suele dejar al alimentarse es un foco de infección. Por otro lado, si nuestro perro o gato es cazador y muerde al ratón infectado, es muy alta la probabilidad de que se contagie y con ello poner en riesgo a toda la familia.
SINTOMAS GENERALES
Cuando un ser vivo es infectado, puede tardar desde 7 a 20 días en presentar síntomas. Las bacterias pueden encontrarse en diferentes órganos del cuerpo cómo hígado, riñón, ojos y sistema nervioso central. Por lo que pueden provocar síntomas cómo:
- Falta de apetito
- Sangre al orinar
- Anemia
- Ictericia (coloración amarilla)
- Dolor muscular
- Fiebre
Esto puede presentarse tanto en animales cómo en humanos.
TRATAMIENTO
Cuando acudimos en los primeros síntomas al médico y tenemos un pronto diagnóstico, tenemos probabilidades altas de recuperación, siempre acompañando el tratamiento de suero intravenoso y medicamentos para estabilizar el metabolismo hepático y renal que se ven afectados.
PREVENCIÓN
Podemos prevenir que nuestras mascotas se infecten vacunando anualmente a todos los perros adultos. Al evitar que ellos enfermen, podremos reducir significativamente la probabilidad de que nosotros o nuestra familia corramos el riesgo de infección por contacto directo con nuestra mascota.
MVZ Tonatzin Meza
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